jueves, 16 de diciembre de 2010

The Kids are All Right ( Mi Familia)

  Sinopsis: Dos jóvenes hermanos, concebidos por inseminación artificial e hijos de una pareja homosexual (Julianne Moore y Annette Bening), deciden rastrear a su padre genético, usando el hecho que la hermana mayor tiene 18 años, y está por marchar a la universidad. Al encontrar a Paul (Mark Rúffalo), comienzan a pasar tiempo con él, lo que lleva a un conflicto entre los padres y el progenitor genético.
  Valoración: Traducida como "Mi Familia" para el público chileno, "The Kids are All Right", es una historia sobre amores, familia y valores, donde una pareja no tradicional (dos mujeres, una sobre la mediana edad y la otra comenzando los 40 años), que ha decidido tener hijos del mismo material genético, con una fortaleza poco común en estos tiempos, van mostrando niveles de cotidianidad y símil con las familias tradicionales. Son madres, pareja, amigas, con las mismas cargas y condiciones de cualquiera. En ello se asienta la primera fortaleza del relato, ya que al no caer en parangones producto de la mala televisión, desinformación y la pésima prensa que suelen tener los diferenciados sexuales, está el atractivo. Cierto es que por momentos puede parecer que esta pequeña historia urbana tambalea para asemejarse más a la idea pretérita y colectiva que existe sobre la homosexualidad, girando sutilmente cada vez que va a caer. Su segunda fortaleza es lo interesante de hacer ver que no somos diferentes, salvo en nuestra propia individualidad; todo ser humano necesita amor, comprensión y sobretodo entendimiento, que nuestras necesidades están basadas en las mismas urgencias y construimos sociedades con raíz en los mismos valores (y es curioso que a estas alturas de nuestra civilización, aún tengan que demostrar esto); todo ello, gracias al buen oficio de su directora, Lisa Cholodenko (L World, High Art), con una mirada común al entorno.
  A nivel narrativo, es una historia de contrastes emocionales, donde la familia es lo que prima y prevalece. Existe una madre autoritaria, profesional y exigente, Nic (Annette Bening), quien asume el rol de proveedora del clan y por tanto quien en ultima instancia, asume las decisiones. Por contraste, Jules (una soberbia Julianne Moore) es más bien dulce, algo perdida y llegando a la crisis de los 40, un ser humano que avanza a su propio ritmo, incapaz de decidir si gustar de estar como está. Los hijos son diametralmente opuesto a primera instancia; donde la hija mayor, Joni (Mia Wasikowska, Alicia de la película de Tim Burton), es madura y pone la nota de cordura en esta familia, en tanto Laser (Josh Hutcherson), debe lidiar de manera diferente, tanto con el mundo como con la ausencia de una figura masculina paterna, siendo esta necesidad la que inicia esta historia. Paul (Mark Ruffalo en un muy buen papel), es quien irrumpe en estas vidas, al conocer al fruto de sus donaciones de semen. Un hombre de 40 años, con una hortaliza orgánica y un restaurante, una vida hecha a retazo de pequeñas historias, un niño grande y poco consciente de sus propias necesidades, que al enfrentar el fruto de sus donaciones de esperma, descubre una vida diferente.



   En los aspectos técnicos, destaca la fotografía y el montaje, que logran hacer del paisaje algo cotidiano, cómodo para el espectador, siendo entrañable por momentos y melancólico. La musicalización es simple, cumpliendo su objetivo de complementar.
   Sintetizando, es una buena historia, recomendable para ver y analizar, sobretodo hoy, donde el significado de familia parece diluirse más y más. 

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